En este blog, Susy y yo hemos hablado varias veces sobre temas relacionados al peso: Desde la definición de lo que es un peso saludable, consejos para mantener el peso recomendado; como llegar a ese peso; que beneficios experimentas cuando decides realizar un cambio y cuáles son algunos de los mejores métodos para llegar a un peso deseado.

Una de las cosas que más disfruto de escribir en este blog es sin duda la interacción que me permite tener con muchos de los seguidores de Patio Orgánico. Creo que es algo bastante obvio, pero el mundo “Healthy” y los estilos de vida saludables es una de mis más grandes pasiones, y podría pasar literalmente el día completo hablando sobre esto. Disfruto muchísimo de estas interacciones, entre otras cosas, por que esto me permite tener un mejor entendimiento de lo que a otras personas les parece interesante, que cosas se dan por hecho y cuáles provocan más curiosidad; Qué consejos han seguido y cómo les han funcionado. Experiencias y opiniones de los usuarios de este blog me han permitido adentrarme cada vez más en el mundo de los productos orgánicos, la buena alimentación y la vida saludable en generales para <así poder siempre tener nueva información, que cumpla con los objetivos de ofrecer información real, útil e interesante.

En esta ocasión he decidido retomar un tema, que si bien ha sido recurrente en el blog de Patio Orgánico, el tema específico para este artículo es el motivo de muchas ideas equivocadas o contraste de opiniones.

Las calorías y el consumo de grasas, carbohidratos y proteínas son un tema que ha dado muchísimo de que hablar a lo largo de los años, pues al ser una parte esencial de nuestra alimentación, también se ha debatido mucho cuál es la forma ideal en que se deben de consumir estos macronutrinetes, y que acciones pueden llevar al aumento de peso, o a la pérdida de peso.

El tema con las calorías se puede resumir en una explicación muy sencilla, sin embargo es a la vez un tema muy complejo. Las calorías se relacionan directamente a las funciones vitales de nuestro organismo y me parece que conocer bien su función y origen es un tema muy importante, y también un tema que juega un papel fundamental en nuestra nutrición y el cumplimiento del objetivo de llegar y mantener un peso saludable.

La conversación alrededor de las calorías: cómo se obtienen, cómo se consumen, para qué sirven, etc. Ha sido el origen de muchas dudas o confusiones que se deben a información incompleta o desinformación tal cual. En mi experiencia, me ha tocado que muchas amigas tienden a preocuparse o poner mucha atención por el contenido de calorías presente en los alimentos que consumen. Contar las calorías que consumimos y llevar un balance es un buen hábito para mantenernos en un peso saludable, y también para deportistas que deben monitorear a detalle toda su alimentación; aún así el consumo de calorías no es el único factor involucrado en el aumento o reducción de grasa y peso.

Comento esto, ya que como les mencionaba, en mi experiencia he visto como amigas prestan solamente atención al contenido de calorías en un producto, también he notado que la idea general es que las calorías son malas y entre más sean evitadas es mejor, lo cual es una noción totalmente falsa. Otra parte importante del problema, no ponemos atención en otros factores determinantes como puede ser el origen de cada caloría.

Para poder entender mejor cómo funcionan las calorías y cuál es el papel que desempeñan en el organismo hay que comprender bien la definición y cómo es que llegan a nuestro sistema.

Veámoslo de la siguiente manera: Una caloría es la cantidad de energía calorífica necesaria para elevar en un grado centígrado la temperatura de un gramo de agua. Si lo entendemos de esta manera nos daremos cuenta que una caloría es una unidad de energía muy pequeña, sin embargo, al igual que un centímetro es un centímetro aquí y en china, una caloría es una caloría.

Como lo dije dos líneas arriba, una caloría es una unidad de mediad. Una caloría (o kilocaloría, que equivale a 1,000 calorías) es la manera en que medimos la energía que nos proporciona un alimento al ser consumido. Sin embargo, la diferencia radica en el origen de esa caloría, pues la forma en que se comportan en el organismo y sus funciones dependerán del nutrientes al que pertenecen las calorías.

Prácticamente todos los alimentos tienen calorías. Hay algunas excepciones como el agua, pero incluso en una hoja de lechuga encontraremos cierta cantidad de energía que puede ser aprovechada por el cuerpo humano. Esta energía se extrae de los macro nutrientes que nos aportan los principales alimentos de nuestra dieta: Los carbohidratos (glúcidos) las grasas (lípidos) y las proteínas. Es por eso que la cantidad de calorías que tienen los alimentos varía tanto, ya que esto va a depender de la composición que el alimento tenga en cuanto a proteína, hidratos y grasas. Estas calorías van a trabajar como combustible para todas las funciones vitales del organismo, pero no todas van a ser aprovechadas de la misma manera.

La forma en que nuestro organismo aprovecha las calorías va a depender de origen y el macronutrients del cual se originan. Es por eso, que a pesar de que caloría presente una unidad de energía, se dice que no son iguales, pues desempeñas labores diferentes, dependiendo de su origen, y por lo tanto, el siempre hecho de reducir el consumo de calorías no necesariamente va a ayudarte a llegar a tu peso ideal o llegar a un peso saludable.

Personas que tienen el objetivo de bajar de peso, con frecuencia toman la decisión automática de reducir la ingesta de calorías en su dieta, sin considerar que esas calorías son necesarias para el organismo, y al suprimir su consumo no necesariamente estaremos haciendo lo mejor por nuestro cuerpo.

Es muy importante que estemos conscientes que la mejor forma para quemar la grasa acumulada en el cuerpo y bajar de peso, es por medio de una buena alimentación, esto incluye el consumo adecuado de calorías, que van a ayudar, entre muchas otras cosas, a acelerar el metabolismo, y por lo tanto quemar grasa de forma más rápida y eficiente.

Un gramo de Proteína contiene 4 kilocalorías. La principal característica de las calorías con origen en la proteína es que estas son utilizadas como fuente para la creación de nuevo tejido muscular y para la resíntesis de algunas hormonas y enzimas; pero nunca son usadas directamente como energía; además estas calorías muy rara vez se almacenan como grasa.

Un gramo de carbohidratos contiene también 4 kilocalorías. Las calorías que obtenemos a través del consumo de carbohidratos son nuestra fuente principal de energía. Es esta la energía que nuestro organismo va a utilizar para poder hacer todas las actividades necesarias para su funcionamiento. Este tipo de calorías son las que comúnmente se almacenan como grasa cuando se consumen en exceso.

Un gramo contiene 9 kilocalorías. En las grasas encontramos más calorías que en los hidratos de carbono y en las proteínas, pero aquí hay un factor muy importante y que debemos considerar. Las grasas pueden ser instauradas, que son las que están presentes en los vegetales, la carne, el aceite de oliva, las nueces, las semillas, el pescado, etc. Y son las que ayudan a proteger los órganos y a la absorción de vitaminas. Las grasas saturadas y grasas trans están presentes en alimentos poco saludables, como los alimentos fritos y procesados; (garnachas pizzas, pasteles, embutidos, donas, tocino, hamburguesas, y todo tipo de comida chatarra)

Existen otros ejemplos que nos pueden dar una idea más clara de como se comportan las calorías en el organismo: El alcohol es un compuesto en el vamos a encontrar 7 kilocalorías por cada gramo. En este caso, las calorías no se usan como energía, son siempre convertidas en grasa y almacenadas en el organismo.

Es así como podemos darnos cuenta, que las calorías, a pesar de representar el mismo valor de energía, sus funciones en el cuerpo humano cambian dependiendo de cuál es su origen, y por lo tanto el suprimirlas es una mala estrategia para bajar de peso.

Lo ideal sería evitar los alimentos que aportan calorías que no pueden ser utilizadas por el cuerpo, y no excederse con los alimentos altos en carbohidratos. Balancear bien el aporte de proteínas, y en general cumplir con las recomendaciones generales para una dieta saludable.

Como ya vimos, el subir o bajar de peso no es un tema que dependa 100% de tu consumo de calorías, pero lo mejor es que tu consumo sí sea cuidado, especialmente si estas buscando lograr un cambio.

Si buscas la definición de una buena alimentación, siempre vas a encontrar una palabra clave: Balance.

Tenemos una piramide alimenticia, que se se realizó para entender bien en que cantidades debemos consumir los alimentos y qué importancia tienen.

Por eso lo principal, después del agua, son los alimentos que aportan hidratos de carbono, o carbohidratos: Las pastas, el arroz, los cereales, las legumbres, harinas y el pan integral, etc. son los alimentos que deben consumirse en porciones más grandes, pues son los que nos van a dar la energía necesaria para que el organismo realice funciones como la digestión y la filtración de la sangre. También son estas las calorías que vamos a usar como fuente de energía parar todas nuestras actividades en el día y la noche.

Lo siguiente son las frutas y las verduras, lo recomendado por la Secretaria de salud son 5 frutas y verduras al día, pues es de las frutas y verduras de donde obtendremos la mayor cantidad de las vitaminas y los minerales necesarios, entre muchos otros nutrientes.

Después se encuentran los alimentos que aportan la mayor cantidad de proteínas: Esto puede ser obtenido de distintas maneras. La carne, el pollo, los huevos y los productos laceros como el queso y el yoghurt son fuente de proteínas completas. Si la dieta es vegan o vegetariana, el aporte de proteína puede ser complementado mediante el consumo de alimentos como los frutos secos, las verduras y vegetales, las legumbres y las semillas. El consumo de estos debe ser menor en cantidad que el de frutas y verduras y carbohidratos. La recomendación es consumir entre 2 a 3 porciones de productos lácteos, y no más de 3 porciones de productos que aportan proteína en la dieta diaria.

Por último se encuentran los productos que al ser altos en grasa y/o azúcar deben ser consumidos en cantidades pequeñas. Los duclces, las mantequillas y grasas presentes en postres, aceites vegetales dulces nos puede dar el aporte necesario de calcio, y vitaminas D y B 12, por lo que no es recomendable que sean eliminados completamente de una dieta.

La combinación de una alimentación basada en las porciones y alimentos recomendados con el ejercicio regular pueden ser por si solos la solución infalible para perder peso, no obstante hay otros factores que deben tomarse en consideración, como la hora en que se deben consumir los alimentos, pues al favorecer los ciclos circadianos del organismo estaremos contribuyendo a la aceleración del metabolismo, y por lo tanto a una más rápida y eficiente quema de calorías que fueron convertidas en grasa y almacenadas.

Con esto llegamos al final de la nota. Bajar de peso de forma natural significa bajar de peso definitivamente si conservas los hábitos que te llevaron a ese cambio. Te aseguro que después de poco tiempo y empezar a ver los resultados, volver a malos hábitos de alimentación pasados va a parecer algo muy lejano.