Semillas de cacao fermentadas secadas, rostizadas y machacadas. Sin azúcar añadida, son la esencia pura del chocolate. Tiene un sabor agridulce, un profundo olor y sabor a cocoa amargo, incluso u poco más que el chocolate oscuro, pero de ninguna manera desagradable al gusto.

Trocitos de chocolate orgánico, agrégalos a tu yogurt de las mañanas o a tu plato de frutas y obtendrás grandes beneficios, ya que reducen el colesterol, mejoran el funcionamiento del cerebro y ayudan a estabilizar la presión arterial, además de ser un potente antioxidante, importante para retardar el envejecimiento, por otra parte te ayudarán a estar alerta durante el día, ya que te proveen de buena energía.