Cómo proteger al sistema inmunológico de forma natural

Cómo proteger al sistema inmunológico de forma natural

Por: Ximena
 
 
El día de hoy quiero hablarse sobre las formas en las que podemos proteger naturalmente a nuestro sistema inmunológico. 
Sabemos que el sistema inmunológico es el sistema que combate bacterias y nos protege de enfermedades; es la más importante línea de defensa de nuestro organismo. Lo que quiero enseñarte en esta nota, es como puedes ayudar a cuidar, proteger y fortalecer a tu sistema inmune, dándole una mayor ventaja y más recursos para cumplir con su labor. Esto lo podemos lograr de forma natural, consumiendo alimentos que contengas ciertas propiedades específicas que fortalecen y mejoran el sistema inmunológico. 
Tener un sistema inmune más fuerte implica una mayor protección contra todo tipo de partículas que resultan nocivas para nuestro organismo. Las células cancerosas, virus, bacterias, parásitos, células patógenas; etc. Son algunos ejemplos de los agentes que nuestro sistema inmunológico se encarga de combatir y evitar que causen daño en nuestro cuerpo. 
 
Por esa razón, es importante que tengamos en consideración a nuestro sistema inmunológico al momento de planear una dieta o plan de alimentación. Lo que quiero enseñarte en este artículo, es como puedes aprovechar diversos alimentos naturales, que poseen distintas propiedades que van a ayudar a fortalecer este sistema de defensa tan importante para nuestra salud. 
Con los alimentos naturales que te voy a mostrar en este artículo vas a ofrecerle a tu sistema inmunológico los nutrientes necesarios para que todas las estructuras y procesos biológicos que constituyen el sistema inmunológico puedan cumplir a la perfección con sus funciones. 

¿Qué es el sistema inmunológico? 

 
A nuestro sistema inmunológico se le conoce también con el nombre de sistema auto-inmune o simplemente sistema inmune. 
 
Este sistema consiste de estructuras y procesos biológicos bien organizados que actuar como los principales detectores de partículas y agentes que puedan resultar nocivos o dañinos para nuestro organismo. Nuestro sistema inmunológico esta conformado principalmente por los glóbulos blancos, las células de defensa, también conocidos como leucocitos, anticuerpos, citoquinas, macrófagos, neutrófilos entre otros. Sin embargo, nuestro sistema inmune no se limita a los glóbulos blancos, como parte de este complejo sistema también se encuentran otros tejidos corporales que también participan en la defensa y protección de nuestro organismo. La piel, la médula ósea, el bazo, las amígdalas, los nódulos linfáticos, el apéndice, el hígado y los ácidos gástricos del estómago, entre otros son partes de nuestro cuerpo que forman parte de las defensas del organismo y nuestro sistema inmunológico. 
 
El sistema inmunológico, al ser uno de los procesos más complejos del organismo, depende de muchos factores para su correcto funcionamiento. Factores ambientales y psico-emocionales juegan un papel importante en el fortalecimiento y correcto funcionamiento del sistema inmunológico, pero aún más que estos dos factores, la alimentación y los componentes nutricionales que obtenemos a través de la dieta son factores determinantes para que nuestro sistema inmune trabaje correctamente y así prevenir enfermedades y complicaciones que afecten nuestra salud. 
 
La alimentación es un factor vital para que nuestra sistema inmune funcione correctamente y pueda cumplir con sus funciones que son tan importantes,; y de la misma forma en que podemos fortalecer el sistema inmune con una alimentación adecuada; lo podemos debilitar si nuestro cuerpo no recibe los nutrientes necesarios de la dieta. Debemos considerar que a pesar de ser nuestra principal linea de defensa contra las enfermedades, el sistema inmunológico también es sensible a agentes externos como los hongos, bacterias y virus, así como factores emocionales. 
Es por esta razón que debemos mantener una alimentación completa y balanceada, que nos de el aporte justo para cubrir las necesidades de todos los elementos que conforman el sistema inmunológico.
 
Cuando algún alimento beneficia y/o ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico se le llama inmunología nutrimental. Es muy importante que al incluir ciertos alimentos a nuestra dieta o nuestro plan de alimentación, consideremos los nutrientes necesarios. Se sabe que la carencia de algunos nutrientes, lo cuales vamos a conocer más adelante en esta nota, esta ligado ampliamente con el debilitamiento del sistema inmune. 
 
Por eso, hoy quiero enseñarte la forma en que puedes consumir alimentos de forma equilibrada que te ayuden a mantener en perfecto estado y a fortalecer y proteger a tu sistema inmunológico. Los alimentos naturales que voy a recomendarte en esta nota te darán un aporte muy completo de los nutrientes esenciales para el cuidado y el buen funcionamiento de nuestro sistema auto inmune. 
 

Protege a tu sistema inmunológico con una dieta natural

 
El aporte o la carencia de ciertos nutrientes es un factor determinante para la salud y el buen 

funcionamiento del sistema inmune. Como todo en la alimentación, el aporte de estos nutrientes debe ser balanceado, por eso es importante saber cuál es el aporte de nutrientes que obtenemos de los platillos y alimentos que conforman nuestra dieta. Sabemos de varios alimentos que contienen combinaciones muy poderosas de nutrientes que ayuden a fortalecer de forma natural al sistema inmune, pero antes de conocer esos alimentos, vamos a ver cuáles son los nutrieres específicos que nos ayudan a proteger al sistema auto-inmune, y así saber por qué razones los alimentos que te voy a recomendar funcionan tan bien. 
 
Vamos a ver cuáles son los nutrientes que se relacionan directamente, y que su aporte balanceado o carencia es determinante para proteger a tu sistema inmunológico:
 
  • Vitamina C: La vitamina C, un nutriente esencial, aumenta la producción de interferir, una substancia que impide a una muy amplia variedad de virus provocar infecciones logrando así potenciar la inmunidad. La Vitamina C es un nutriente esencial para la formación de colágeno, un componente básico de la membrana de las células; de esta manera, la vitamina C contribuye al mantenimiento constante de las barreras naturales de nuestro cuerpo contra las infecciones y demás tipos de enfermedades o agentes nocivos.
 
  • Vitamina A: La vitamina A ayuda a combatir las infecciones y también a mantener la integridad de las mucosas, una de las principales barreras de defensas contra agentes nocivos del exterior. 
 
  • Vitamina E: También se ha comprobado que la Vitamina E ayuda a proteger el sistema inmunológico, ayudando a mejorar la respuesta del sistema. 
 
  • Vitaminas del Complejo B: Las vitaminas del complejo B son especialmente importantes ya que la falta de estas provoca una disminución en la producción de los glóbulos blancos, que son los principales defensores de nuestro organismo y nuestra salud. El ácido fólico o vitamina B9, la tiamina o vitamina B1, la rivoflavina o vitamina B2, el ácido pantoténioco o Vitamina B5, la botina o Vitamina B8, y la cianobalamina o vitamina B12 son nutrientes esenciales para proteger y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. 
 
  • Hierro: El hierro es un mineral esencial para nuestro organismo, cuya deficiencia, entre muchas otras cosas provoca que disminuya la proliferación celular y por lo tanto la respuesta inmunológica. Los alimentos que aportan hierro son elementales en una dieta que porta al sistema inmunológico. 
 
  • Zinc y Selenio: La falta de estos dos minerales puede afectar a los órganos que se encargan de generar los linfocitos, y por lo tanto afectar la respuesta del sistema inmune. 
 
 
La carencia de muchos de estos nutrientes puede afectar de forma importante la respuesta y capacidad del sistema inmune. Una dieta balanceada debe ser rica en estos nutrieres para que nuestro sistema se mantenga establee y fuerte y puede actuar de forma eficiente contra enfermedades y agentes tóxicos a los que nuestro organismo se enfrenta todos los días. 
Así, también existen otro tipo de nutrientes que nos pueden dar una ayuda extra, y que al incluirlos en nuestra dieta o alimentación, van a mejorar de forma muy considerable la respuesta, capacidad y salud de nuestro sistema inmune. Vamos a ver a continuación un nutriente que tiene el potencial de mejorar enormemente la eficacia de nuestro sistema inmunológico. Estoy hablando de los probióticos. 
 

Probióticos – Bacterias que curan

 
 
Los probióticos son bacterias que ayudan a mantener el balance en la flora intestinal y ayudan a mantener saludable a la macrobiótica de nuestro organismo. Los probióticos son bacterias vivas y levaduras que ayudan y apoyan el equilibrio de la microflora en es sistema gastrointestinal. Una de sus funciones más importantes es la de suprimir el crecimiento de las bacterias que pueden resultar dañinas para nuestro cuerpo, mejorando así la movilidad intestinal. Esto implica una mejora en toda la función digestiva, concretamente en la capacidad y eficiencia para absorber los nutrientes que provienen de nuestra alimentación. Los probióticos son bacterias “amigables” que van a ayudar a mantener a las bacterias dañinas en márgenes saludables, así como a las bacterias que nos ayudan a procesar los alimentos. 
 
Otra de sus funciones es la de ayudar en el tracto intestinal a producir ácido láctico, ácido acético y peróxido de hidrógeno entre otros. Estos compuestos orgánicos son necesarios para el proceso de digestión, mejorando la movilidad intestinal. 
Además de ayudar a mantener un balance de bacterias en la flora intestinal, los probiótivos promueven y facilitan la absorción de nutrientes esenciales como la Vitamina B12, el Hierro, el Magnesio, y los ácidos grasos. 
 
Por si fuera poco, las bacterias y levaduras probióticas también ayudan a mejorar las funciones del sistema inmunológico, pues estimulan la secreción de IgA y de las células T reguladoras, mediante un proceso de síntesis te enzimas que destruyen a las bacterias y toxinas perjudiciales para nuestro cuerpo y el organismo-. Al ser aliados de nuestro sistema inmunológico, los probióticos son nutrientes que nos ayudan a prevenir y protegernos de infecciones y enfermedades bacterianas e inflamaciones. 
 
La edad, la dieta, el ambiente y la contaminación, el deporte y algunos fármacos son factores que pueden contribuir al desbalance de la macrobiótica del organismo. Estos son factores muy comunes, por lo que la inclusión de alimentos con proibióticos en la dieta es una recomendación para todas las personas, independientemente de la edad. 
 

¿Qué tipos de Probióticos Existen? 

 
Aunque existen muchísimas especies conocidas de probióticos, hay algunas que son mucho más comunes y frecuentes. Estos tipos de bacterias las podemos encontrar en muchos alimentos naturales y saludables, que ya sea mediante procesos de fermentación o por que se encuentran e forma natural en ese aliento, van a ayudarnos a regular las funciones digestivas y mejorar la absorción de los nutrientes entre muchos otros beneficios. 
Algunos de los probióticos más comunes son los que pertenecen los grupos de Bifidocaterium, Lactobacillus y Saccharomyces. Lasctobacillus Acidophilus es una de las bacterias más beneficiosas y conocidas, utilizada como un suplemento probiótico. Además están las especies de Lactobacillus casei, L.bulgaricus, L.sakei, L.plantarum, L.gasseri, L.reuteri, Lactobacillus GG y Lactobacillus LB. Bifidobacterium y S.thermophilus Son tambien diferentes tipos de probióticos benéficos que podemos encontrar en alimentos y platillos comunes en dietas y planes de alimentación naturales y saludables. 
 
Lactobacillus Acidophilus es, posiblemente, el más fuerte de nuestros combatientes probióticos. Los estudios demuestran que L. acidophillus es como un antibiótico natural en nuestro cuerpo que tiene la capacidad de producir una acción antimicrobiana contra los patógenos en los alimentos que comemos, el aire que respiramos, y el resteo de elementos del entorno que entran en contacto con nosotros.
 
 

¿Qué alimentos contienen Probióticos?

 
La buena noticia, es que existen muchos alimentos que son ricos en probioticos. Alimentos que no son nada difíciles de preparar o de conseguir. Y sus beneficios son enormes, pues los probióticos no solo ayudan a reparar el daño, si no prevenir futuras complicaciones. Son la mejor forma para garantizar la salud de la flora intestinal. Aquí quiero mencionarte algunos de los principales productos y alimentos naturales que contienen probióticos, y que fácilmente puedes integrar en tu dieta para obtener todos sus beneficios: 
 
  • Kombucha

La Kombucha es una bebida con una preparación 100% natural que proviene de una antigua receta de té y azúcar y cultivos de kombucha, la clave para todos sus beneficios. Estos cultivos de Kombucha consiste de determinadas especies de hongos y bacterias benéficas, que al empezar la infusión con el té y el azúcar, inician un proceso de fermentación que genera contenidos de fructosa, gas carbónico, alcohol elthílico, ácido acético entro otros, los cuales le confieren enormes propiedades antibióticas y distintas virtudes que se les atribuyen propiedades tan poderosas como ayudar a combatir el cáncer. El proceso de fermentación al que se ve sometido transforma al te o infusión en una bebida con una rica variedad de vitaminas, minerales, enzimas y ácidos orgánicos esenciales . La simbiosis de levaduras y bacterias benéficas y el proceso de fermentación convierten a esta infusión en una bebida altamente nutritiva y con excelentes propiedades para el organismo. 
La Kombucha es conocida por muchos nombres, algunos de ellos son: Kvass de Té, Hongo de Manchuria, y  hongo de la inmortalidad. Se dice que esta bebida milenaria fue originada en la China durante la dinastía Tsin, y era conocida como “el elixir de la vida”. Es preparada a base de te dulce, que es fermentado gracias al hongo conocido como SCOBY, acrónimo de Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast, o en español: cultivo simbiótico de bacterias y levaduras.
 
  • Las aceitunas y los encurtidos

 
Los pepinillos, las aceitunas y demás encurtidos en vinagre son buenas fuentes de probióticos. 
Cuando ponemos estos vegetales en salmorra y acidificamos ligeramente con vinagre aparecen levaduras y bacterias lácteas que mejoran sus propiedades nutricionales (eliminan el amargor y hacen más blanda la textura de la piel).
Estos microorganismos quedan fuertemente adheridos a la piel de los vegetales y en suspensión en la salmorra. Su número no es gigantesco como en el yogur, pero no es despreciable y, además, son otras especies, con lo que aumentamos la biodiversidad intestinal y van acompañadas de una fuente prebiótica, el vegetal.En este caso tenemos que tener cuidado con el aporte de sal, que puede ser elevado. También hay que tener en cuenta que muchas preparaciones industriales llevan muchos aditivos no deseables.
 
  • Kéfir

 

El Kéfir, que también es conocido como yogurt búlgaro o leche kefirada, es un producto lácteo, parecido al yogurt líquido, pero elaborado a través de un proceso diferente que involucra la fermentación del agua o leche con el hongo de Kéfir, y levaduras. 
Este producto, a pesar de ser un producto lácteo, no tiene muchos de los inconvenientes que se pueden tener con la leche de vaca común. Especialmente para quienes sufren de complicaciones como la intolerancia a la lactosa, que es extremadamente común en los adultos. El proceso del kéfir implica que la lactosa es fermentada y transformada en ácido láctico, además se producen otros compuestos como el dióxido de carbono y alcohol en una cantidad pequeña .
Esto se debe, a que durante el proceso de fermentación que requiere la producen del Kéfir, provoca una reacción Lacto-alcohólica, y por lo tanto, analógica. 
  • Al igual que el yogurt, el Kéfir ayuda a regular el tránsito intestinal
  • Sólo el Kéfir es un excelente depurativo
  • El kéfir puede desempeñar un papel muy importante en el fortalecimiento de las defensas del organismo. Evitando complicaciones del sistema digestivo que pueden ser causadas por virus o bacterias que pueden afectar o debilitar la salud. 
  • Se ha indicado que el Kéfir puede reducir los noveles de colesterol en el organismo. 
  • El consumo de Kéfir puede considerarse como ayuda en la prevención de enfermedades como el cáncer de colon.
  • El Kefir es un alimento 100% natural que no necesariamente tiene que ser obtenido de la leche de vaca, también de leche de algunos frutos, y si proviene de leche de vaca, es de leche que no ha sido tratada. 
  • Los beneficios que aporta el kéfir para la regulación del sistema digestivo y la regeneración de la flora bacteriana intestinal pueden ser mucho mayores que el del yogurt, pues al tratarse de leche no tratada, se tiene la certeza de que no se han agregado otros componentes o químicos. 

 

Espero que además de haberles gustado, esta nota les haya servido mucho;

Los quiere: Ximena <3

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