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Agua alcalina y sus beneficios. No podrás dejar de tomarla

Ya hemos hablado de los alimentos que son alcalinos y los que no son, pero el día de hoy tocaremos un tema sumamente importante el “agua alcalina”, responderemos todas las preguntas que la gente se hace sobre esta agua y porque es tan benéfica para nuestra salud.

Este tipo de agua es modificada a nivel molecular para que sea altamente alcalina y muy reducida en voltaje lo cual la hace benéfica para la salud de cualquier ser vivo. Cualquier persona puede tomarla, desde bebes de meses hasta personas de edad avanzada.

       Agua alcalina - No podrás dejar de tomarla

¿Cómo funciona?

Al ser agua alcalino-reducida sin formulaciones adicionales promueve que el organismo sea capaz de trabajar en un nivel óptimo ayudándole a mantener un valor de pH adecuado (7.4), adicionalmente aporta minerales como calcio, magnesio y potasio mismos que el cuerpo aprovecha fácilmente.

¿Quién debe tomarla?

HIDROLIFE nos aporta grandes beneficios para estar y sentirnos bien, incluso si gozamos de buena salud. Nos ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades hereditarias o bien, adquiridas por nuestros malos hábitos y por falta de información. Por lo tanto, quienes deben consumirla diariamente son todas las personas que quieran estar y sentirse bien en todo momento.

¿Qué beneficios tiene tomar agua alcalina?

Tiene un pH de 12 lo cual ayuda a cualquier organismo vivo a mantener un pH óptimo.

Tiene un Potencial de Oxido Reducción negativo de -800 mV lo cual hace que cualquier organismo no se oxide y envejezca prematuramente, adicionalmente este valor hace la molécula del agua más pequeña que la del agua simple ayudando a que penetre, limpie y alcalinice todas las células de los organismos. Adicionalmente elimina los radicales libres.

La cantidad de agua alcalina que cada persona debe consumir va en función de su peso y/o padecimiento. Sin embargo se ha comprobado que al consumir entre 5 y 7 vasos diarios de 200 ml será suficiente para mantener en un nivel óptimo el pH de nuestro cuerpo.

  ¿Quiénes lo avalan o recomiendan?

Basándose en todos los avances e investigaciones de la medicina durante el siglo XX se determinó que todos los seres vivos y sus órganos internos funcionan en un nivel óptimo estando en un medio alcalino.

La universidad de Maryland en estudios realizados durante el año 2013 encontraron que tratamientos tradicionales contra el cáncer aumentan la acidez de los organismos por lo que no son 100% eficaces por el contrario se demostró que con el agua alcalina se curan las células cancerígenas en lugar de matarlas.

Otto Warbug quien ganó el premio novel de fisiología celular, experimentó y comprobó en el año de 1924 que las células cancerígenas en un medio alcalino se deshacen de su toxicidad y se regeneran.

Una alimentación anti fisiológica (dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo), crea en nuestro organismo un entorno de acidez y éste, a su vez, provoca la expulsión del oxígeno de las células. El Sr. Warburg afirmó:

“La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de una misma moneda: cuando usted tiene uno, usted tiene el otro”.

“Privar a una célula de oxígeno durante 48 horas puede convertirla en cancerosa”.

“Todas las células normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células cancerosas pueden vivir sin oxígeno (esta es una regla sin excepción)”.

“Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son tejidos alcalinos”.

En su obra “El metabolismo de los tumores”, Warburg demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: la acidosis y la hipoxia (falta de oxígeno). También descubrió que las células cancerosas son anaerobias (no respiran oxígeno) y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno. En cambio, sobreviven gracias a la glucosa siempre y cuando el entorno este libre de oxígeno.

Todas las enfermedades o la mayor enfermedad es el resultado de un exceso de ácido y no el exceso de base (alcalinidad). Esto fue demostrado por Alexis Carrel en su experimento de pollo en 1908. Carrel recibió el premio Nobel por este trabajo. Él fue capaz de mantener vivo un corazón de pollo durante 20 años hasta que decidió dejar de cambiar las sales minerales alcalinas cada 48 horas.

       

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